“Las enmiendas contenidas en el último texto presentado por la ONU no incluyen ninguna de nuestras propuestas”, dijo el parlamento de Trípoli en una declaración en referencia a la propuesta de la ON

Representantes de uno de los lados del conflicto de Libia, el gobierno islamista de Trípoli (uno de los dos que existen en el país) ha mostrado su rechazo a tomar parte en las conversaciones de paz planeadas por la ONU a pesar de la amenaza de las Naciones Unidas de imponer sanciones contra cualquier parte que retrase el establecimiento de un gobierno de unidad en el país norteafricano.

El Congreso Nacional General o Parlamento, con base en la capital libia, Trípoli, dijo el miércoles que no tomaría parte en las conversaciones que tendrán lugar esta jueves en Marruecos.

“Las enmiendas contenidas en el último texto presentado por la ONU no incluyen ninguna de nuestras propuestas”, dijo el parlamento de Trípoli en una declaración en referencia a la propuesta de la ONU para resolver la actual crisis política en el país.

El grupo dijo que discutiría un nuevo borrador de la misma.

Por su parte, la milicia islamista de Fayr Libia (Amanecer de Libia), que tomó la capital el pasado año, criticó también el reciente plan de la ONU y lo describió como una “traición” afirmando que él “sanciona la creación de una dictadura fascista bajo los auspicios de las Naciones Unidas”.

El 1 de Julio, decenas de manifestantes se reunieron delante de la sede de la ONU en Trípoli para expresar su oposición al nuevo plan de la organización internacional e incendiaron fotos del enviado de la ONU, Bernardino León, que lidera las negociaciones.