El gobierno ucraniano ha estado intentando presentar la guerra civil como un enfrentamiento entre el país y la Federación Rusa.
El gobierno ucraniano ha estado intentando presentar la guerra civil como un enfrentamiento entre el país y la Federación Rusa. Sin embargo, esta formulación parece ser verídica sólo desde el lado ucraniano, como muestra la llegada de terroristas yihadistas chechenos a Ucrania para unirse al Ejército ucraniano en su lucha contra Rusia.
“Nos gustaría luchar contra los rusos”, declaró un dirigente del batallón checheno Sheij Mansur, uno de los tres que están desplegados ahora en el este de Ucrania, al New York Times. “Estamos siempre luchando contra los rusos. He estado luchando en este camino durante 24 años”, dijo el checheno. “La guerra (de Chechenia) para nosotros nunca terminó. Nunca nos retiraremos de nuestra guerra con Rusia”, afirmó.
Él añadió que su batallón está subordinado a la milicia neonazi del Sector Derechista, que ha sido uno de los principales apoyos del débil Ejército ucraniano en su lucha contra los independentistas del Donbass.
Estos batallones fueron formados el pasado otoño por chechenos exiliados en Francia y con la participación de Isa Musayev, un checheno exiliado en Dinamarca. Este último murió en un enfrentamiento en febrero. Este año, las autoridades francesas detuvieron a dos miembros del batallón Sheij Mansur por su pertenencia al grupo terrorista EI.
Estos chechenos han sido, sin embargo, recibidos y protegidos por el gobierno de Piotr Porochenko. Ellos se han desplegado en las líneas del frente para luchar contra los combatientes de las repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk. Según el Times, el gobierno ucraniano considera a los chechenos como “diestros combatientes” en especial en tareas de patrullaje y como francotiradores.
Los ucranianos han saludado, de hecho, la llegada de estos terroristas, aunque ellos son también un riesgo para el actual cese el fuego en este conflicto, ya que son conocidos por no respetar la cadena de mando. De hecho, se han producido en los últimos días combates en la ciudad de Mariupol, un puerto estratégico y ciudad industrial. La defensa de la ciudad frente a los separatistas depende ahora, sobre todo, de neonazis y yihadistas, señala el Times.
Desde la guerra de Afganistán de los años ochenta, EEUU ha utilizado a terroristas extremistas, como Al Qaida, para luchar contra los rusos en lo que ve como “el débil vientre ruso”, en las regiones que discurren a lo largo de la frontera con Asia Central y el Cáucaso. El presidente de Chechenia, Ramzan Kadirov, que lidera una guerra contra el terrorismo en su república, ha acusado recientemente al gobierno pro-occidental de Georgia de permitir la infiltración de yihadistas a través de la Garganta del Pankisi, y otros lugares, con el fin de desestabilizar Rusia.